lunes, 24 de enero de 2022

ARTE PARA LAS MASAS - INTRO SANTI REX


Yo, que en una modesta medida me considero músico, o al menos alguien involucrado en el mundo de la música, después de varios discos publicados y muchos años subiendo y bajando de escenarios, siempre mezclo todo tipo de culturas y formas artísticas con la música. Cada estilo tiene un sonido, cada música tiene una imagen, un volumen, cada disco te hace soñar unos colores, cada pintura te lleva a una canción.

Para mí la pintura más interesante es la que se ha hecho en los últimos 100 años, más libre de normas y cánones académicos. Por generación y gustos, al Pop Art y su mezcla de influencias e ingredientes estéticamente muy atrayentes para el gran público, es donde miraban mis ojos infantiles en una España todavía reacia a los cambios. Aquella mezcla entre el cómic, la pintura, la publicidad, el diseño, la “democratización” del arte, el llevar las obras a las fotocopisterías, plasmarlas como papel pintado para que puedas decorar infinitamente tu vida, era terriblemente atractivo para los niños y adolescentes que comenzábamos a mirar a un futuro lleno de esperanzas. Y de color.

La verdadera mezcla de música y pintura, quitando quizá decorados y tapices, la lideró en sus comienzos Andy Warhol, dando grandes satisfacciones al arte moderno y creando un mundo de ilusiones inmediatas, impactantes. A esto se llamó el arte pop: aparentemente de consumo fugaz e insustancial, como está catalogada la música pop, pero, como ésta, cargado de un trasfondo ideológico centrado principalmente en la libertad de despertar conciencias. Un arte rápido, visual, propagandístico, que entra por los ojos directo a nuestras 40 dioptrías como las canciones pop entraban a nuestros oídos por los 40 Principales… Éste creo que fue el gran hallazgo de Warhol y todos los que se vieron liberados por su forma de ver el arte. Que había que sacarlo a la calle y convertirlo en una marca, en un graffitti, en un anuncio, en algo cotidiano, en un consumo al alcance de todos, en un logotipo, en publicidad… normalizar el arte y que trascendiese museos y colecciones.

Todas las facetas artísticas de hoy viven en un torbellino de ideas, modas, influencias y resultados casi vertiginosos, que apuestan sobre todo por la mezcla. Ese “mashap” perfecto que busca el disckjockey, ese bofetón al espectador, aunque sea momentáneo, ese “single” auditivo o visual (o ambos, como los videoclips) que te haga alcanzar el éxito, aunque solo sea por un día.

En estas nuevas y turbulentas aguas del arte moderno se mueve como pez en el agua Antonio Heredia. Bien aprendidas, o nacidas, las buenas artes del oficio, se mueve con igual destreza en el mundo del dibujo, la pintura o el diseño, añadiendo además a sus obras la importancia, cada vez mayor, de un arte considerado infantil, o ni siquiera arte: el collage. Sí señores: con unas tijeras y unas cuantas revistas se puede, si tienes el don y la visión para hacerlo, crear arte. Pero no solo eso. Si mezclamos todas estas técnicas e influencias con el amor por la música pop, podemos toparnos con un artista multidireccional, que puede utilizar técnicas aparentemente dispares como el dibujo clásico, la repetición o las referencias iconográficas, los homenajes a las pinturas de grandes museos y un juego infantil de corta-pega, pero con un claro fin: la búsqueda del primer impacto, de un éxito inmediato, de esa canción que nunca saldrá de tu cabeza. Y esto es algo que Antonio consigue con asombrosa facilidad y maestría: esa mezcla de pintura, dibujo, recorte, diseño e imaginación le hacen un artista completo y muy actual donde lo visual es primordial para entender los nuevos tiempos buscando una obra inmediata de atractivo rápido, pero que igualmente, queda para siempre.

Bellas experiencias de arte pop.

Santi Rex, cantante de Niños del  Brasil y Dj zaragozano.

Licenciado en Historia Moderna.